miércoles, 4 de enero de 2012

Aunque no lo creas, madure bastante.

Un día la vida me golpeo tan fuerte que me enseño a resistir, un día me mintieron de tal forma que me dolió, y decidí ir siempre con la verdad. Un día me fallo quien menos imaginaba y entendí que las palabras hay que cumplirlas y  de los actos, hacerse cargo. Un día lastime a alguien y fue ahí cuando aprendí a pedir perdón,  un día lo viví triste y cuando llego la noche me di cuenta que es mucho mejor sonreír que llorar.
Otro día perdí mi tiempo con cosas que no valían la pena y note que la vida pasa demasiado rápido para perdérsela esperando algo que nunca va a pasar .
En la vida todos nos van a lastimar pero tenemos que encontrar a las personas por las que vale la pena sufrir.

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